jueves, 26 de mayo de 2011

Cientificos creen que bacterias en el aire pudieran ser responsables de precipitaciones.

Ayer en la reunión de la American Society for Microbiology (Sociedad Americana de Microbiología) varios grupos independientes de microbiólogos expusieron unos resultados sorprendentes: las bacterias en las nubes son capaces de mantenerse activas y podrían ser responsables de nevadas y granizadas.
Desde que la extinta Unión Soviética descubriera microorganismos en los 70 a más de 45 Km en altitud es mucho lo que ha se ha aprendido de los microorganismos en el aire, sin embargo en los últimos años un importante cúmulo de conocimientos se ha ido formando en el campo de la microbiología atmosférica. Ahora se sabe que las bacterias no solo son transportadas por el aire a los estratos superiores de la tropósfera, si no que además son capaces de mantenerse metabólicamente activas a estas alturas.
De acuerdo al científico francés Pierre Amato de la universidad de Clermont en Clermont-Ferrand, Francia, contaminantes orgánicos tales como formaldehido, oxalato y acetato son transformados en las nubes a dióxido de carbono incluso en la oscuridad, y estima que a nivel mundial el metabolismo nocturno de estos microorganismos pudiera generar un millón de toneladas de dióxido de carbono y que el peso de los microorganismos en la atmósfera equivale al de 11.000 elefantes.
Adicionalmente ciertos compuestos producidos por bacterias como las encontradas en las nubes son agentes de nucleación para los cristales de hielo, lo que equivale a decir que actúan como pequeños “imanes” en torno a los cuales se formará el hielo.
Alexander Michaud de la universidad de montana ha encontrado hasta 1000 microbios por mililitro en el interior de bolas de granizo, Anthony Prenni de la universidad de estado de Colorado encontró en 2009 que en la tercera parte de las muestras de cristales de hielo recolectados a 8 Km. de altura, y Brent Christner de la universidad del estado de Luisiana ha encontrado bacterias que nuclean el hielo tanto en nieve como en lluvia las cuales, afirmó el científico en una entrevista para la televisora CBS pueden ocasionar lluvia.
Estos hallazgos podrían explicar lluvias, nevadas y granizadas que se dan a temperaturas atmosféricas a las cuales no debieran de ocurrir: para que el el hielo forme cristales que precipiten en las nubes la temperatura debiera de rondar los -40° C, sin embargo se observan a temperaturas tan altas como-9° C.

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