sábado, 28 de marzo de 2015

Ubuntu for Phones, análisis tras un mes de uso

Hace literalmente años que esperaba tener la oportunidad de probar un dispositivo móvil basado en Ubuntu. Desde que en octubre de 2011 Mark Shuttleworth -creador de Canonical y de Ubuntu- diera las primeras pistas de esa ambición la plataforma ha recorrido un largo camino, y hoy ya tenemos a nuestra disposición los primeros dispositivos basados en Ubuntu para móviles.
Ya os hablamos en detalle de este bq Aquaris E4.5 Ubuntu Edition y también hicimos un repaso en exclusiva de esa primera toma de contacto con una plataforma que quiere tratar de hacerse hueco en este ultracompetitivo segmento. Ahora hemos tenido la oportunidad de contar con el producto durante un periodo más extendido, y tras aprovecharlo como mi smartphone principal durante este tiempo, éstas son las conclusiones.

La interfaz es original, pero no diferencial

No vamos a descubrir nada especialmente distinto a lo que ya vimos en nuestro repaso a la plataforma. Aquí el teléfono de bq cumple con lo que se puede esperar de él, y de hecho frente a esa oferta también tendremos muy pronto otra más ambiciosa en su hardware que puede satisfacer a usuarios más exigentes en apartados como cámara o procesador: ya pudimos ver el Meizu MX4 con Ubuntu en el MWC 2015, y ahora solo queda que la compañía lo lance de forma definitiva tanto en Asia como en Europa.
Ubuntu Bq Mes Uso 9
Lo que ya intuíamos en esa toma de contacto detallada tras las primeras horas con este terminal se ha cumplido. La experiencia con la interfaz de usuario de Ubuntu es interesante, pero en suma no ofrece características lo suficientemente diferenciales que justifiquen el salto a esta concepción para usuarios que están contentos con su móvil actual o acostumbrados a otras plataformas. Aquí la natural resistencia al cambio juega en contra de Ubuntu, pero además hay otras limitaciones.
La usabilidad de la propuesta de Canonical es decente, pero en ningún caso superior a la de plataformas ya asentadas.
La usabilidad del sistema es aceptable, pero la ausencia de botones físicos sigue resultando extraña un mes después de comenzar a usarlo. Cierto que uno ya no toca de forma frenética ese botón de Inicio que no existe en el terminal de bq, pero para muchas acciones, aun cuando los gestos -pilar de esa experiencia táctil- resuelven muchas situaciones, encontramos que no hay mejora en prácticamente ningún apartado de la experiencia y en algunos hay desventajas. Más clics o gestos para llegar al mismo sitio o a la misma acción que acaban sumando pequeños tiempos y esfuerzos que precisamente es necesario obviar.

Los Scopes como escaparate

Tampoco me acaba de convencer esa apuesta por la agregación de contenidos en Scopes en lugar de contar con los habituales escritorios con iconos de aplicaciones. Ese tipo de aproximación está en cierta forma disponible en capas de personalización de algunos fabricantes de dispositivos Android (HTC con Sense lo hace con BlinkFeed), también en otras plataformas (como BlackBerry con su Hub) y por supuesto hay lanzadores de terceras partes que también tratan de agregar información en las distintas alternativas móviles.

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